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Muriendo es sinónimo de viviendo es sinónimo de muriendo
es sinónimo de viviendo es sinónimo de muriendo es sinónimo
de viviendo es sinónimo de muriendo es sinónimo de viviendo
es sinónimo de muriendo es sinónimo de viviendo es sinónimo
de muriendo es sinónimo de viviendo es sinónimo de muriendo
es sinónimo de viviendo es sinónimo de muriendo es sinónimo...
es sinónimo de viviendo es sinónimo de muriendo es sinónimo
de viviendo es sinónimo de muriendo es sinónimo de viviendo
es sinónimo de muriendo es sinónimo de viviendo es sinónimo
de muriendo es sinónimo de viviendo es sinónimo de muriendo
es sinónimo de viviendo es sinónimo de muriendo es sinónimo...
Y yo no sé como se vive muriendo.



Lo que invadiste de vida será sin remedio invadido por la muerte.
El eco de un mismo pensamiento resonó en la cabeza de todos nosotros;
la llamada que lo desencadenaba sólo determinaba el inicio.
Así nacen. Uno tras otro, cada pequeño desastre sobrevivió
a todas nuestras súplicas, a todo nuestro odio concentrado
en un sentido que comprendemos ahora
pero que no entendimos entonces.
la llamada que lo desencadenaba sólo determinaba el inicio.
Así nacen. Uno tras otro, cada pequeño desastre sobrevivió
a todas nuestras súplicas, a todo nuestro odio concentrado
en un sentido que comprendemos ahora
pero que no entendimos entonces.
Nuestra rabia se había resignado.
Y nosotros con ella. Cada dolor, con el tiempo, se acompasó al del otro;
y como dos relojes todos nuestros pensamientos iniciales acabaron
cobijándose en una sincronización desesperada. Entonces empezó,
y el dolor, la resignación y el amor y el miedo latiendo a la vez
en todos nosotros produjo un ruido tan fuerte que por primera vez
desde que nacimos nos entendimos sin habla, sin odio, sin lucha.
y como dos relojes todos nuestros pensamientos iniciales acabaron
cobijándose en una sincronización desesperada. Entonces empezó,
y el dolor, la resignación y el amor y el miedo latiendo a la vez
en todos nosotros produjo un ruido tan fuerte que por primera vez
desde que nacimos nos entendimos sin habla, sin odio, sin lucha.
Gracias a ti.
Gracias a tu cuerpo en tu contra.
Gracias a tu cuerpo en tu contra.
Si uno muere morimos todos.
Por eso tú nunca morirás.

No sabemos como recordarte. Aun sigo preguntando si hay café; y ya se que jamás volverán a hacerlo tus manos ni veré tu cara asintiendo alegremente. Con ese acto y la fractura posterior en el pecho te ancla mi memoria. Abre una ventana que deja abierta, y detrás rodeo tu cuerpo como el de un niño, delgado y amable. Se que no está tu piel pero mi cerebro aun es el mismo, y la necesidad de mantenerte viva aquí dentro lo vuelve todo transparente y diminuto.

